Obediencia con entendimiento.La Oración y el Ayuno!
Hoy me preguntaron, qué tan importante es el ayuno para mi.
les contesté inmediatamente;es tan importante como la oración misma!
Me empezaron a hacer muchos cuestionamientos,les contesté que era necesario,
obedecer con entendimiento,
para saber cual es la voluntad de Dios para este tiempo,al recibir instrucción y dirección por medio de su Espíritu Santo con su Palabra.
Si yo dejo,que mi carne me domine,al desear le sea saciado su deseo,
de que la alimente y le consienta todos sus caprichos,
que incluso me lleva a la tentación de dejarlo todo por obedecerla a ella.
Corro el riesgo, de perder la gran bendición,de escuchar al Espíritu Santo,
para que me de dirección, por medio de su Palabra.
Esaú, perdió la bendición por ser el primogenito,por un plato de lentejas.
Los Apóstoles,oraban y ayunaban,para recibir dirección de parte del Espíritu Santo!!
Muchos ayunan para adelgazar,
otros por alguna enfermedad,
pero hay quienes ayunan para que los vean los demás
y sacian un deseo de la carne,
que es sentirse más que los demás!
Y ser aplaudidos por su religiosidad!
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Génesis 25:34
Reina-Valera 1960
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas;
y él comió y bebió, y se levantó y se fue.
Así menospreció Esaú
la primogenitura.
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Hebreos 12:15-17
Reina-Valera 1960
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios;
que brotando alguna raíz de amargura,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú,
que por una sola comida
vendió su primogenitura.
Porque ya sabéis que aun después,
deseando heredar la bendición, fue desechado,
y no hubo oportunidad para el arrepentimiento,
aunque la procuró con lágrimas.
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Mateo 17:21
Reina-Valera 1960
Pero este género no sale sino
con oración y ayuno.
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Hechos 13:2-3
Reina-Valera 1960
Ministrando éstos al Señor,
y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Entonces,
habiendo ayunado y orado,
les impusieron las manos y los despidieron.
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Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!
¡Amén!
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